Amor a primera vista. Tienes brillo de amor en los ojos. Tu mirada te delata. Te estoy poniendo ojitos. Nuestras miradas se cruzaron. Ojos que no ven, corazón que no siente.
Son muchas las expresiones que utilizamos relacionando los ojos con las emociones y en concreto con el amor. Y es que la mirada es el lenguaje del amor y está estrechamente relacionada con el estado de ánimo.
En términos de programación neurolingüística, los expertos aseguran que dependiendo de donde dirijamos la mirada, la persona está en diferentes lugares de su pensamiento o sintiendo diferente emoción:
Mirada a la derecha: Imaginando, mintiendo.
Mirada a la izquierda: Recordando.
Mirada arriba: Visualizando.
Mirada abajo: Sintiendo emociones.
Esto lo hacemos de manera inconsciente, no nos damos cuenta hacia donde dirigimos nuestra mirada según lo que estamos sintiendo o de lo que estamos hablando.
De la misma forma, no podemos controlar los movimientos de micro expresión que realizan los músculos alrededor de los ojos cuando estamos en un estado emocional importante de alegría, como cuando estamos enamorados. Esa contracción muscular activa las glándulas lagrimales y hace que nuestros ojos estén más hidratados y tengamos un brillo especial en los ojos. Esto también ocurre ante el miedo, tristeza y angustia. Por eso la expresión “los ojos son el espejo del alma” tiene importancia en la interpretación de los sentimientos.
Hacer un guiño a otra persona, si que es un gesto voluntario. Es el mensaje no verbal universal que expresa normalmente complicidad, conexión o atracción, aunque difiere su interpretación en algunas culturas y situaciones.
La relación directa entre ojos y amor se da en el lenguaje, la poesía, las metáforas, canciones, interpretación de sentimientos….
Los ojos nos delatan.