Es una pregunta muy repetida en la óptica tanto de los niños que usan gafas, como de los padres que desean saber cuándo pueden usar lentillas sus hijos. Y la respuesta no es una edad en concreto, ya que a cualquier edad se pueden usar lentes de contacto, sino que depende de otros factores como las necesidades a nivel visual y personal de cada niño.
En sí, el uso de lentillas no es un riesgo para la salud ocular de los niños siempre y cuando se cumpla con las recomendaciones e indicaciones del optometrista y con las revisiones oportunas durante la adaptación y posteriormente control y seguimiento.
Es importante conocer bien el manejo de las lentillas, así como su mantenimiento y limpieza. Esto nos lo explicará el optometrista encargado de la adaptación de las lentillas en el niño. En caso de niños muy pequeños son los padres los que se ocupan de esta parte y para niños a partir de 6 o 7 años, aunque esto depende de su responsabilidad, son los propios niños los que se encargan, con supervisión, de estos aspectos.
Las lentillas para niños tienen numerosas ventajas, aportan mayor libertad de movimiento, les permite practicar deporte sin la limitación de las gafas, las lentillas aportan una visión más real y mayor periferia visual con respecto a la visión con gafas.
En muchas ocasiones la mejor opción es el uso de lentillas, por ejemplo, para ambliopías, diferencias muy grandes de graduación entre ambos ojos, altas graduaciones, tras cirugías o como lentillas terapéuticas para evitar roce de las pestañas que crecen hacia dentro y dañan la córnea o casos especiales.
Existen lentillas para niños de diferentes tipos y periodicidad de cambio. Las hay diarias, mensuales y trimestrales.
También existen unas lentillas especificas para controlar el aumento de la miopía en niños, tienen un diseño especial y pueden ser blandas o rígidas, estas últimas son anuales y son más efectivas para frenar el aumento de la miopía. El optometrista tras un estudio previo realizará la adaptación especifica.
Para ponerle lentillas a los niños hay que hacer un estudio previo en la óptica y el optometrista hará la adaptación que sea mas conveniente tanto por las necesidades personales y condición visual del niño.